Del Mayflower a su mesa

Hace mucho tiempo que tengo ganas de decir esto, y leyendo un post en PerezHilton.com me terminó de caer la ficha. Para el que no tenga ganas de linkear, tiene que ver con este video:

Para hacerla corta, en el medio de esta performance de 2004 (4 años atrás!) a Janet se le "escapó" una teta por 3,2 milisegundos. Ellos dicen que fue un accidente, lo cual nadie cree. Pero ese no es el punto.
Dear USA, you know I adore you. Pero una de las cosas que me saca de este país es ese puritanismo pelotudo que se esfuerzan por mantener. Todas esas ligas de padres de familia, miles de organizaciones censuradoras y protectoras de la moral y las buenas costumbres...en pleno siglo XXI, que se escandalicen por cosas como estas es ridículo. Ni hablar del revuelo que se armó cuando se divulgaron fotos de la pendeja que hace de Hannah Montana, que tiene 15 años y aparentemente es un "escándalo" que se muestre en determinadas situaciones (ver ejemplo).
Todo esto, que vengo pensando hace tiempo, se me volvió a presentar a raíz del artículo que linkeé más arriba. O sea, el "accidente" de Janet fue hace 4 largos años. Sin embargo, hay abierta una demanda contra el canal que transmitió el evento y dejó salir esas imágenes "impúdicas" al aire. 4 años!! Dios mío, let it go already.
Nada, estas son cosas que pasan. Nos guste o no, los americanos son pacatos o al menos es lo que desean proyectar públicamente. Pero no puedo dejar de compararlos con la sociedad (y con la tele!) argentina. Acá las tetas escapadas son cosas de todos los días, y en cualquier horario. El otro día en TVR sacaron a un programa de chimentos, de esos que van a las 3 de la tarde, donde la vedette de turno se levantó de la silla y se "olvidó" de que tenía micrófono de corbatero; posdata, se le enganchó el escote con el cable y se le vió hasta la sístole-diástole. Y como esas debe haber millones, para no referirme al imbécil de Tinelli. Cómo me alegro de no tener tele.
Conclusión? Que no está bueno ningún extremo, ni que la vida sea un relajo ni una rígida hipocresía, donde se condena cualquier falta públicamente y de manera privada se arman altas orgías (lo cual no tiene nada de malo).
Pero eso ya lo sabemos todos.