LÍNEA "D" A LAS 4 DE LA TARDE.

Tres situaciones diferentes, todas debidas al amontonamiento.
Dejé de tomar el subte hace como un año, antes trabajaba mucho en Belgrano y lo usaba seguido. Hoy, por X motivo, tuve que subir en Callao en un horario cualquier cosa menos pico.
Ya antes de pasar por el molinete, se veía la gente desbordando de las formaciones. Sale una señora hecha una furia, y putea al de seguridad por el servicio. "Cada vez peor ustedes", dijo. El tipo le gritó que nada tenía que ver con el servicio y blabla, pero la tipa ya se había ido.
Entramos a presión al vagón, diálogo de 4 punguistas a los gritos exhibiendo sus celulares.
Punguista 1: "a este puto le saqué uno con 50 pesos de crédito".
Punguista 2: "a mí me re cagaron, este tiene tarjeta".
Punguistas 3 y 4: risas.
Seguridad, público en general: bien, gracias ¬¬.
En otro sector, un chico joven y un tipo más grande casi se agarran a las piñas. "Vos no me empujés!", "ud. señor es un maleducado", "lo arreglamos en la estación si querés".
El servicio es una mierda, el subte está lleno a todas horas vaya uno a saber por qué. Pero eso le da derecho a la gente a putearse entre sí, a ser indiferentes ante la inseguridad, a desquitarse con el intermediario...? Yo no sé qué pensar; lo único que se me ocurre es que viajar así todos los días pone de mal humor a cualquiera.