PRECARIA GUIA AL BARRIO CHINO.

El domingo pasado fuimos con la genia de Lola al Barrio Chino, y si bien me olvidé de sacar fotos a todos los lugares aprovecho a pasar algunos lugares recomendables, tal como me habían pedido hace algún tiempo.

Si partís de la entrada del Barrio, Juramento y Arribeños, lo primero que se ve es un negocio en la esquina que tiene una rampa super pronunciada (un peligro tanto para personas con movilidad reducida como no). Ahí tienen, a mi juicio, el mejor surtido de boludeces que se pueda encontrar en toda la zona: post-it notes de todas clases, muy buenos esmaltes (por ejemplo estos y estos y estos), mucha variedad de sahumerios, etc. Por lo menos esas son las cosas que yo compro siempre, pero hay de todo. Literalmente. 

Si caminás media cuadra sobre Arribeños, de la misma mano del local mencionado anteriormente, te vas a encontrar con una galería. Ahí fue que encontramos esa silla, que debe ser la que utiliza el cuidador de la galería...y que refleja ostensiblemente el espíritu kawaii-marginal (al que hemos bautizado "happy day") del barrio.

Bueno, en esa galería hay un negocio que vende té en hebras de mil variedades y bastante económico. Es occidental, pero igual es de buena calidad. Como una versión low cost de Tealosophy.

Casa China está exactamente al lado de esa galería, otro de los lugares obligados. Casa China es como un gran supermercado naturista, donde ofrecen productos tanto orientales como occidentales. Hay millones de legumbres, comida hecha para vegetarianos y veganos, té suelto de todos los tipos, legumbres de todos los tipos, hongos miles, galletitas integrales sueltas, golosinas, algunas bebidas orientales, sushi baratísimo, verduras y frutas exóticas (akusai, mango, manga, maracuyá)...pero no hay sandía cuadrada. BOOOOO!!! En fin, de ahí siempre me llevo mi provisión de Earl Gray orgánico.

Enfrente de Casa China está el Centro de Copiado, un kiosko de fotocopias donde venden galletas de la fortuna (hechas en Villa Martelli) y helados, pero no solamente los Melona sino otros de los tipos más bizarros. La mayoría son ricos, pero una vez me ensarté con uno de porotos rojos que la verdad era horrendo.

Seguís por Arribeños, doblás en Mendoza para el lado de Libertador y, a mitad de cuadra de la mano de enfrente, hay un gran supermercado absolutamente oriental. Están todas las especies marinas del universo, yo todavía no me repongo del trauma de haber conocido a la panopea. PUAJJJJJ! Siempre me llevo una bebida de té con ciruelas que se vende en una botellita verde.

En el localcito que está a la izquierda del super conseguí los tubitos de estrellas, que planeo usar para las uñas.

Otros datos: para los que cocinan, sobre Juramento casi Arribeños (al lado del primer lugar que les conté) hay unas escaleras que van hacia abajo, no tengan miedo que nadie les va a robar los órganos. Tampoco allí se realizan riñas de gallos o perros. Venden muchos insumos copados para la cocina, woks, cosas de bambú y demases. Para los dibujantes o diseñadores, los mejores pinceles se consiguen en el barrio. Los venden en casi todos los negocios.

Si querés ir a comer, Todos Contentos es el lugar más barato y además es muy decente.

Por último, no se priven de probar el boba tea en cualquiera de los puestitos callejeros de comida. Ellos lo conocen como té con perlas, o té con leche y perlas.
Obviamente que hay muchas cosas más, yo traté de resumir.

 

Para completar la jornada, volvimos a Palermo, encontramos algunos graffitis, tomamos el té en Pani e intercambiamos regalos representativos del bombón de Daryl Dixon.